Todo empezó en 2010, cuando la familia Figuerola nos encontrabamos en nuestro pequeño taller en la provincia de Barcelona, observando las primeras 1.000 botellas de lo que sería nuestro primer espumoso. No había grandes planes, ni estrategias de mercado. En ese momento la industria hablaba de eficiencia, nosotros buscábamos expresión. Y mientras otros perseguían volúmenes, nosotros perseguíamos verticalidad. Así fue cuando probamos ese primer espumoso y supimos que habíamos encontrado algo diferente: un vino que respiraba el lugar donde nació. La revelación llegó cuando comprendimos que la autenticidad no estaba limitada por fronteras geográficas. Un viñedo en Ribera del Duero nos habló con la misma honestidad que nuestras parcelas del Penedès. Luego un viticultor en Montsant compartía nuestra misma obsesión por la pureza y poco a poco surgió.
Así nació nuestro método: Wine DSGn Thinking ®

